La entrada anterior me ha hecho recordar un juguete bastante raro al que yo tenía cariño, los Boglins, unos monstruos marioneta de aspecto muy feo y que estaban hechos de goma blandita.
El que solía andar por mi casa era Splatt, cuya dieta se basaba en palomitas de maíz. Cada boglin tenía una dieta y unos hábitos característicos, y se podían estudiar al estilo de los pokemon. Me gustaba cogerlo y hacer que mordía a alguien. Por desgracia el boglin no era mío, si no, lo hubiera conservado.
Tenían sus propios cuadernos de campo y todo:
Ojalá volvieran a venderlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario